Obsesión

Tu piel me obsesiona, tu sabor a hombre, tu olor a macho, la dulce delicia que dejas en mis labios
Me obsesiono con tus pasos, tus cantos, lo que dices y dejas de decir
Obsesión con tus ojos, tu barbilla, tu oreja, el canal interminable de tu espalda

Grito, sola, hasta rabiar cuando huelo tu presencia en mi cama vacía
Cuando llega la noche, la luna no existente saluda y las estrellas se esconden detrás de presagios de vaguada
Estelas de luz se escapan entre nubes, pero no estás tú

Obsesión con volverte a abrazar, volverte a mirar
Obsesión con seguir enseñándote las maravillas que aprendí de la vida, la actual y las pasadas
Obsesión por ver tu pecho, en sincronía perfecta moverse
Obsesión por ver cómo se pierde tu mirada ante la presencia de un gemido
Obsesión por hacernos morir eternamente, revivirnos a besos para de nuevo sucumbir ante la maravilla que es la carne, el sexo y el amor revueltos.

© Y.S.B. 2005