Deambulamos
Nos rodean grietas que hieden a necrosis
Encontramos neuronas denervadas dando vueltas en busca de estimulación
Vemos el único pedazo de cielo permitido, por allá cerca del piso 42
Entre sueños y morras extendemos las manos esperando el milagro de una limosna
Extendemos las manos esperando sentir el agua de la quebrada que bañó nuestra infancia
Topamos charcos de sangre y vómito
La iglesia vanagloria los actos de servicios públicos mientras afuera otros anónimos se deshacen de pedazos de piel para alimentarse
Ya no queda agua en los pozos que vivimos
La sed se conforma con la lengua humedecida por las sobras de una lata rescatada del basurero
Olvidaron nuestros nombres y nuestros rostros
El tiempo se encargó de que olvidáramos nuestras sonrisas
La realidad es menos cruel cuando nos disociamos
La muerte es menos amenazante cuando no podemos responder a su llamado porque nuestros nombres se los llevó el torrente de aguas negras que inundó el poblado de nuestras almas.
© Y.S.B. 2006
1 Comments:
Inspirada y molesta con inacciones sociales...ambas me hacen escribir sin pensarlo mucho y escribo desde la fragmentación de mi psiquis. Yo también me quedo con la imagen del agua fresca de la quebrada. gracias por leerme! Y.
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