A lo Lorena Bobbit

Escrito sin la menor intención de ser poético y con la mejor intención de hacerle entender al poeta "solitario", que todavía entra a mi espacio cibernético a dejar mensajes sin razón, que las mujeres del mundo sabemos cuál es su cuento...no tan sólo vives del cuento, poeta, sino que vives en el cuento.

A mis amigas, porque la aventura del viernes tuvo que haber sido para gozar! Las quiero! - Y.S.

Quisieron castrarlo
Porque a los hombres que mienten, los que engañan, no les depara otra suerte que el desmembramiento
Mientras sus ojos se movían nerviosos entre la esposa y la amante
Mientras las amigas de la que fue engañada y abandonada planificaban el ataque
Quisieron castrarlo
Ni sus ojos algas, ni sus versos pseudofilosóficourbanos le salvaban de la miseria que vivía
Tratando de sostener su nauseabundo y encorvado cuerpo
Intentaba mantener la farsa de vida que lleva
Quisieron castrarlo
Especialmente cuando se le trabó la lengua en su propia lectura y voló su saliva a la frente del asistente en la primera fila
No tanto por el alcohol barato que ingirió, sino porque la realidad del desastre de vida que tiene lo alcanzó
Pensando si ellas sabían y cuánto sabían (¿sabrían que él todavía le envía e-mails y aunque ella nunca le contesta, él insiste en enviar pendejaces para probar que puede separar lo "personal de lo profesional"? - pura mierda!)
Conociendo que la Mujer, sí con mayúscula, la Mujer a quien engañó sólo busca la compañía de mujeres inteligentes y astutas
Y encontró en las letras lo que él llevaba décadas buscando...solidaridad real, no conocidos a medias a los cuales llama “amigos”
Quisieron castrarlo
Y juro que él hubiera ayudado en el cercenamiento
Porque no puede esconder más que desea morir, que su vida está vacía
Y busca excusas donde no las hay para vivir una monótona existencia de complacencia, la cual intenta esconder tras cervezas Medalla y una agenda de actividades literarias y bohemias
Quisieron castrarlo, y no por envidia de pene como diría Freud (porque a ese pene no hay que envidiarle nada)
Sino porque seres como él dañan el nombre de los buenos hombres que aún quedan.

Y.S.B. © 2007