12:30
Tocan las bocinas, retumba la música y se mueve lentamente el tapón. En una esquina ella, con una maleta. Cegada por el reflejo del sol en contra del mármol del edificio del banco. Son las 12 del mediodía. Le rueda una lágrima por la mejilla, se mezcla con las gotas de sudor. La limpia rápidamente con un pedazo de Bounty lleno de rastros de maquillaje. Se le para una anciana al lado y sin mirarla le pregunta qué guagua espera. Aturdida por la interrupción de su pena le da una mirada de reojo desde la corona decorada con hilachas de cabello blanco, hasta las uñas encorvadas y juanetes marcados en sandalias pasando por la cara empavonada de polvo Maja, el olor a perfume Talismán en el traje gris con medallones tejidos blancos y sus manos de papel arrugado, diminutas aguantando un pañuelo y un libro amarillo con las esquinas desgastadas. No le contesta. La anciana, sin mirarla aún, continúa cual si hubiera sido invitada.
– Yo espero la de las 12:30, todos los días la espero.
¡Que carajos le importaba si la vieja esperaba todos los días la transportación de las 12:30! Su mente estaba envuelta en pena, dolor en el alma y decidida a ignorarla.
- La espero a la misma hora desde hace tanto tiempo que no recuerdo ya, pero decidí dejar de traer la maleta hace unos años, me pesaba mucho.
En ese momento la miró, con ojos de fuego, molesta por la intromisión en su decisión de llevar una maleta, y sin aguantarse más le comunicó lo siguiente:
- Señora, no quiero ser descortés, pero no tengo deseos de hablar y quisiera estar en silencio. Lo que me está diciendo no me interesa en lo absoluto, sólo quiero que llegue la guagua y llegar a mi próximo destino.
La anciana la miró con ojos de entendimiento, una lágrima brotando de su ojo derecho. Con la parsimonía de los años llevó el pañuelo a su cara y levantó la gota cual arte practicado. No sabe si fue la lágrima o el acto de magia al recogerla en el pañuelo pero el coraje le disminuyó, cuando escuchó en una voz suave las palabras que definieron su vida para siempre.
- La guagua de las 12:30 nunca llega, su hora es estratégica para dividir el reloj y el tiempo en dos, la maleta con las promesas pesa demasiado y no vale cargarla el resto de la vida. Lo que no he perdido, desde que tenía tu edad, es el recuerdo de su voz plasmada en letras en este libro que me dedicó regalándome estas palabras llenas de mundos en el nacimiento de una voz, con el amor y el recuerdo…Todos los días me arreglo, me paro aquí y recibo el reflejo de ese edificio. Todos los días pasan las 12:30 y nadie llega. A la una de la tarde, cuando me reafirmo que no llegará, me voy.
- ¿Que la hace venir todos los días si sabe que la guagua no viene?
- Porque algún día debe llegar algún transporte, si no llega el del amor empeñado, sentido y prometido, al menos llegará el de la muerte, y ese día podré dejar de arreglarme y dejar de esperar.
Y.S.B. © 2006
– Yo espero la de las 12:30, todos los días la espero.
¡Que carajos le importaba si la vieja esperaba todos los días la transportación de las 12:30! Su mente estaba envuelta en pena, dolor en el alma y decidida a ignorarla.
- La espero a la misma hora desde hace tanto tiempo que no recuerdo ya, pero decidí dejar de traer la maleta hace unos años, me pesaba mucho.
En ese momento la miró, con ojos de fuego, molesta por la intromisión en su decisión de llevar una maleta, y sin aguantarse más le comunicó lo siguiente:
- Señora, no quiero ser descortés, pero no tengo deseos de hablar y quisiera estar en silencio. Lo que me está diciendo no me interesa en lo absoluto, sólo quiero que llegue la guagua y llegar a mi próximo destino.
La anciana la miró con ojos de entendimiento, una lágrima brotando de su ojo derecho. Con la parsimonía de los años llevó el pañuelo a su cara y levantó la gota cual arte practicado. No sabe si fue la lágrima o el acto de magia al recogerla en el pañuelo pero el coraje le disminuyó, cuando escuchó en una voz suave las palabras que definieron su vida para siempre.
- La guagua de las 12:30 nunca llega, su hora es estratégica para dividir el reloj y el tiempo en dos, la maleta con las promesas pesa demasiado y no vale cargarla el resto de la vida. Lo que no he perdido, desde que tenía tu edad, es el recuerdo de su voz plasmada en letras en este libro que me dedicó regalándome estas palabras llenas de mundos en el nacimiento de una voz, con el amor y el recuerdo…Todos los días me arreglo, me paro aquí y recibo el reflejo de ese edificio. Todos los días pasan las 12:30 y nadie llega. A la una de la tarde, cuando me reafirmo que no llegará, me voy.
- ¿Que la hace venir todos los días si sabe que la guagua no viene?
- Porque algún día debe llegar algún transporte, si no llega el del amor empeñado, sentido y prometido, al menos llegará el de la muerte, y ese día podré dejar de arreglarme y dejar de esperar.
Y.S.B. © 2006
11 Comments:
Al final todos esperamos algo o a alguien en la vida. Lamentablemente algunas esperas se hacen eternas. La muerte siempre es la que mas esperamos y tememos.
Espectacular tu relato.
Rayos....me hiciste llorar. Exquisito, fuerte y lleno de mucho sentimiento. Lo resumo de esta manera y de pie...!Bravo¡
Brindo por ese amor esperado...
Salud...
Paulo: Como duelen esas esperas, verdad amigo mío? Pero seguiré esperando hasta que el cuerpo desista. Un abrazo y gracias por tu visita!
Gatto: Finales inesperados como la vida...inesperada! Gracias por tu visita rronrronera ;)
Peregrino: Brindo contigo compueblano! Por el amor esperado...salud! Un abrazo y gracias por pasar por acá!
Guauu cuanto sentimiento en estas noches
Yiara: extremadamente delicioso, que relato!!! las esperas eternas de la vida nunca dejan desesperanzarnos, nos queda la ilusión de un posible encuentro con nuestros deseos:::
saludos comlacientes:)
impresionante, atractivo to modo de ejecucion, :)
Amiguita:
Esas esperas que muchas veces se convierten en desesperadas son las que al fin y al cabo le dan un sentir a esta vida. Si no esperaramos algo, casi nada tendria sentido. Lo importante es recordar que esperar eternamente a veces es demasiado tiempo para el cuerpo, el alma y el corazon.
Un abrazote de parte de mi alma!
"El que espera desespera, según la frase divulgada,
cómo no angustiarte entonces, si tanto, tanto esperabas,
su majestuosa presencia, revelándote algún día,
el anuncio de no más esperas, con tu pasión sublimada."
Un besito, me encantó, y esta vieja estrofa de u viejo verso, me pareció el mejor comentario, pues es poco lo que se puede agregar a los elogios de tus distinguidas visitas.
La muerte llegará, pero aún no la convoques, es momento de que cojures al amor y los sueños, mi hermana, sigue brillando, creando y viviendo.
un abrazote
Antoine: Agradecida por tu visita, pasa por acá cuando desees, las puertas nunca cierran!
Patricia: Estas noches como muchas otras, compañera de letras, son las horas donde mi mente corre a buscar refugio entre puntos, comas y sentimientos. Gracias por tu visita!
Carlos: Me gustó eso del encuentro con nuestros deseos... sensual ;) Gracias por tu visita!
you know who: Bienvenido a este espacio. Espero se repita, me alegro que el escrito haya sido de tu agrado.
MaReS: Amiguita del alma, tus palabras, como siempre, acertadísimas. Un abrazo desde donde se siente el cariño de verdad!
Sem: Bienvenida a este espacio. Me alegra que haya sido de tu agrado el escrito. Espero que rebuscando en los archivos encuentres otros que disipen la congoja (hay de todo para todos los gustos y todos los estados anímicos!). Gracias por tu visita!
Navegante: Cierto es "la espera desespera", pero también nos ayuda a fortalecernos, crecer y crear paciencia, no crees? Pero en el momento es difícil ver las demás cosas. Tus visitas son siempre agradecidas. Un abrazo desde esta esquina hasta tu esquina en el mundo!
Un abrazo a todos y todas. Nos encontramos en la próxima estimulación neural!
La espera, con o sin maleta de promesas es inercia... no muy útil si se espera lo más necesario y deseado.
Una maravilla tu escrito, aplicable a muchas situaciones y emociones, medicina natural.
Saludos!
Post a Comment
<< Home